Hoy te escribo como madre y te quiero contar la discriminación que sufrió mi hija cuando tenía casi dos años y cómo se resolvió su caso.
En el verano de 2015 mi hija disfrutaba mucho del agua y con su otra mamá decidimos que la queríamos mandar a una escuela de natación para bebes. Busqué en internet y salió en la lista de Google la “primera escuela de natación para Bebés” con sede en Belgrano cuya directora es la Sra. Patricia Cirigliano. Llame por teléfono y me atendió ella.
Me dijo que a las primeras 4 clases tenía que ir la madre y a la quinta podía venir el padre. Le pregunte cómo podíamos organizarnos ya que mi hija tenía dos madres y no tenía un padre. Su respuesta fue lapidaria: “Estamos fritos, acá no puede venir”. Quede callada, en silencio unos segundos.
¿Mi mayor miedo cuando pensaba en concebir a Francesca se estaba convirtiendo en realidad? ¿Era real que una institución estaba dejando afuera a mi hija por tener dos madres, ser hija de dos lesbianas?
Si, mi mayor miedo estaba siendo realidad.
Apenas pude reaccionar le dije: “¡Usted no puede discriminar a mi hija y no permitirle el ingreso porque tiene dos mamás, la voy a denunciar!”.
Muy tranquila, Cirigliano, respondió: “Denunciame! ¡No me importa! Porque lo normal y natural es que una nena tenga un padre y una madre”.
Y ahí se terminó la comunicación.
Me quede en silencio varias horas. No pude reaccionar rápido. Esto me costaba, me dolía tanto. Mis compañeras de trabajo me vieron mal y me ayudaron a que pudiera empezar a hablar de este dolor.
Y de pronto, a Sabrina y a mi, de las tripas, bien de adentró nos surgió ese no rotundo, incuestionable, ese no vamos a permitir que le hagan esto a nuestra hija.
Hice la denuncia en Facebook y se hizo viral, es probable que hayas leído algunas notas sobre este hecho de discriminación. ¡Nos llegó apoyo de todas partes!
Iniciamos unas reuniones con la escuela de natación para ver si se trataba de falta de información. Nos acompañaron en dicha gestión María Rachid y José Machaín. Pero Cirigliano estaba convencida que su “método” empírico de aprendizaje de natación para bebes es totalmente correcto. Llegó a decirnos que ella estaba protegiendo a nuestra hija ya que si la dejaba ingresar al agua de manera indistinta con nosotras dos (sus madres) le podía ocasionar un gran daño a su salud.
Pusimos fin a estas reuniones e hicimos la denuncia ante el INADI, fue un proceso largo y tedioso. Recién hoy, 24 de Octubre de 2017 nos notifican que la conducta de la escuela denunciada es discriminatoria.
¡Siento mucha alegría y emoción, tenemos un dictamen favorable! Y estamos muy agradecidas a quienes nos ayudaron en este largo camino de reparación del daño y la injusticia que sufrió nuestra hija, Francesca.
Vamos a continuar exigiendo la justa reparación de este hecho y haciendo cumplir el dictamen del Inadi que expresamente solicita que la Escuela cambie este “método” discriminatorio.
No puedo dejar de reflexionar que ha pasado mucho tiempo para que se expidiera el INADI, necesitamos plazos más cortos y efectivos para que nuestras familias estén verdaderamente protegidas.
Y revisar los resortes legales para que las personas, empresas o instituciones que discriminan tengan consecuencias costosas.
¡Los derechos de nuestres hijes nos importan y mucho! ¡Y vamos a seguir luchando para que tengan una igualdad real de acceso a los mismos derechos!
Firman, las denunciantes: Andrea Rivas y Sabrina Calabrese